Elegir cómo y dónde almacenar las cenizas de un ser querido fallecido es un paso crucial tras optar por la cremación. Algunos deciden enterrar o enterrar la urna en el cementerio, otros la guardan en casa, y hay quienes optan por esparcir las cenizas en la naturaleza, quizás respetando los deseos del difunto.
Normas y reglamentos para la dispersión de cenizas.
La ley establece que tanto la cremación como la dispersión de las cenizas sólo podrán realizarse si lo autoriza el registrador civil, en base a la voluntad expresada por el difunto. Esto último puede comunicarse verbalmente a los familiares más cercanos o mediante testamento. A falta de tal testamento, se seguirá la voluntad del cónyuge o, en su defecto, del pariente más cercano expuesto al funcionario del registro civil.
Lugares permitidos para esparcir cenizas
Es fundamental saber que esparcir cenizas en la naturaleza sólo está permitido en áreas específicas establecidas por las autoridades. Por ejemplo, está prohibido esparcir cenizas en zonas residenciales o privadas sin autorización específica del propietario, quien no puede solicitar dinero a cambio, ya que la dispersión no puede tener como objetivo lucrar.
La dispersión en el medio silvestre sólo está permitida en áreas designadas por las autoridades. Algunos cementerios, como el de Prima Porta en Roma, cuentan con zonas verdes, boscosas y lagos donde es posible celebrar el rito de dispersión en un contexto sugerente y significativo. Si se decide esparcir las cenizas en el mar, esto sólo podrá ocurrir en zonas libres de barcos o artefactos, al menos a 100 metros de la orilla. Las mismas reglas se aplican a ríos y lagos, y en todos los casos la dispersión debe ser autorizada por el Municipio.
Procedimiento de Dispersión de Cenizas
Para solicitar la dispersión de las cenizas en la naturaleza, es necesario presentar una solicitud al Alcalde del Municipio donde ocurrió el fallecimiento, al Municipio de residencia del fallecido si el fallecimiento ocurrió en otra Región, o al Municipio donde ocurrió el fallecimiento. las cenizas fueron enterradas.
La dispersión de cenizas sin autorización o realizada de forma distinta a la indicada por el difunto es un delito penal castigado con prisión de dos meses a un año y el pago de una fuerte multa.
Autorización para la dispersión de cenizas
Sólo las personas autorizadas pueden arrojar las cenizas al mar. Si el difunto no ha especificado quién se hará cargo de esta ceremonia, el cónyuge, otros familiares elegibles y el personal autorizado del Municipio, responsable del servicio funerario, están autorizados a realizar la dispersión.
Las agencias funerarias más cualificadas ofrecen el servicio de esparcimiento de cenizas en el mar, un delicado servicio que requiere el uso de una embarcación para alejarse de la costa y la preparación de todo lo necesario para que el rito sea conmovedor y profundo.